No podíamos parar de reír. Hemos metido la pata. La cocina ha respondido, y nos ha puesto en nuestro lugar: nos ha exigido más respeto. Ya nos sentíamos del otro lado con nuestro fabuloso pay, gran sushi y super pan casero. Cualquiera puede cocinar, así como cualquiera puede correr. Pero hay que poner atención a la técnica y agregarle un pequeño plus, sino te puedes torcer un tobillo.
Nos tenía muy alegres la idea de hacer croissants. Decidimos que la masa la haríamos nosotras mismas en lugar de comprarla en el super. Para aquellos que desconocen sobre el tema, la base de los croissants es la masa de hojaldre, no de la crujiente, sino de la que es un poco más suave y apanada. Es una masa laboriosa de hacer y por tanto ha sido buen negocio para algunos supermercados venderla ya hecha.
Después de un día largo para las dos, fuimos de compras por algunos ingredientes que nos hacían falta. No escatimamos en los costos. Realmente nos hacía ilusión hornear unos croissants caseros!
Qué hicimos? ... un pequeño desastre! jajaja.
- tamizamos 500gr de harina de fuerza (harina hecha a base de un grano especial que resiste ser amasada por mucho tiempo, se puede encontrar en las panaderías; Angie la encontró en Goiti y es más cara que una harina normal).
- separamos 1/4 de harina y le pusimos 3cditas de levadura y 75ml de agua tibia
- dejamos eso por un rato hasta que se hizo esponjocito gracias a la levadura
- al resto de la harina le pusimos 75gr de azucar, 2huevos, 50gr de mantequilla, 5gr de sal, y 70ml de leche entera.
- amasamos `por 10min (así dice la receta) junto al resto de la harina y levadura que dejamos esperando un ratito, hasta quedar una masita decente (elástica y no chiclosa)
- la hicimos bolita y con el cuchillo le hicimos dos cortes en cruz y dejamos reposar
- los cortes en cruz sirven para que al momento de aplanarla con el rodillo puedas formar la cruz plana que tienes que hacer (al menos eso concluimos jaja)
- aqui viene lo bueno: a la cruz le pones 200gr de mantequilla fría y dura!!! (mmm sin comentarios!) y la envuelves en la cruz... la mantequilla que utilizamos estaba aguadita y al tiempo.
- se aplana con el rodillo la masa con la mantequilla adentro, que como está fría no se saldrá. Si está aguadita se saldrá toda por todos lados y creará un desastre.
- nos dimos cuenta de nuestro error y vimos que era irreversibleee =(
- igual seguimos, las cartas ya estaban jugadas
- aplanamos, doblamos, aplanamos, doblamos.... y la mantequilla por todos lados!!
- con la masa plana hicimos triangulitos, los enrollamos y les dimos forma de cuernitos... tanto como pudimos jaja. Y claro, la mantequilla seguía por todos lados.
- probamos y reímos: obtuvimos una especie de pan enmantequillado desabrido con un aspecto casi de cuernito.
Nuestro error fue muy sencillo: NO LEÍMOS BIEN. Así es, nos faltó poner más atención a la receta. Una lección que nos lleva a está conclusión:
Cuando cocinas todos tus sentidos, anhelos y pasión deben de estar puestos en lo que estás haciendo. Cuando eso sucede te estás saboreando lo que preparas mientras lo vas haciendo y eso es un plus.
Definitivamente volveremos a intentarlo en otra ocasión: habremos de vernos las caras con esos cuernos! Tenemos una cita y un reto por cumplir.
Por lo pronto para lo próxima semana nos espera una receta mucho más sencilla y ligera. Nos iremos con más calma y prestaremos más atención a las instrucciones.
Saludos!
